domingo, 31 de agosto de 2008

Resumen


Capitulos


I
La historia inicia con los recuerdos del Aviador, personaje desde cuyo punto de vista se narra la acción. Se trata de un personaje que desde niño ha sentido que no encaja con el mundo formal y pragmático que han creado los adultos. Sus puntos de vista son distintos: donde el veía un elefante dentro de una serpiente, los demás veían un sombrero.


II
Ya de adulto, el Aviador prefiere dar largos vuelos en avión antes que la compañía de sus contemporáneos. Durante uno de estos vuelos, su avión sufre un desperfecto y se ve obligado a descender en el desierto del Sahara, en el cual se encuentra con el Principito.
El Principito es un niño que aparenta ocho años de edad, rubio y vestido con ropas propias de su rango. En cuanto traba amistad con el Aviador, le pide que le pinte un cordero. Dudando de sus cualidades como dibujante, el Aviador dibuja el elefante dentro de la serpiente de su niñez, el cual es reconocido por el Principito, quien insiste en que le haga el dibujo de un cordero. Tras algunos vanos intentos, el Aviador dibuja una caja con agujeros, indicándole al Principito que el cordero se encuentra dentro. El Principito aprueba el dibujo y se queda con él.

III
Durante el tiempo que tarda el Aviador en reparar su avión, recibe las visitas del Principito, quien le revela que proviene de otro planeta, al que describe como muy pequeño.






IV
El planeta del Principito es identificado por el Aviador como el asteroide B 612. Precisa que este dato está dirigido a las personas mayores, quienes entienden las cosas a partir de las cifras. Con la mención al número del asteroide, el Aviador considera que cumple con demostrar la verdad de su existencia.


V
El Principito le cuenta al Aviador que en su planeta crecen unos baobabs, árbol que en la Tierra alcanza proporciones descomunales, pero que en el planeta del Principito no son sino meros arbustos. El Principito revela así para qué necesita al cordero: para que se coma las hojas de los baobabs y estos no acaben con su planeta.

VI
El Aviador recuerda otros aspectos de la personalidad del Principito, entre ellos, su soledad, su melancolía y su gusto por ver puestas de sol, sobre todo cuando se siente triste.



VII
El Principito manifiesta su preocupación respecto a lo que comen los corderos. Sobre todo, desea saber si además de arbustos, pueden comer flores. El Aviador responde con fastidio ante estas preguntas, dado que se encuentra ocupado en la tarea de reparar su avión. El Principito entonces le recrimina por ser como las personas mayores, por su carencia de interés en el destino de las flores y su relación con los corderos. La ira del Principito culmina en llanto.


VIII
El Principito le revela al Aviador que a en su planeta existía una flor muy especial, muy hermosa pero a la vez vanidosa y orgullosa. La flor despierta el ingenuo amor del Principito, pero al mismo tiempo, lo confunde. El amor del Principito hacia la flor se llena de dudas.







IX
El Principito decide dejar su planeta, y decide aprovechar el vuelo de una bandada de pájaros para dejar su mundo. Antes de irse, limpia los volcanes, poda los baobabs y se despide de la flor, la cual le dice que lo ama y le pide disculpas por no haberse hecho entender, al tiempo que le recrimina al Principito haber sido tan tonto como ella. La flor apura al Principito para que parta sin que la vea llorar.



X
El Principito inicia un periplo por otros asteroides. El primero que visita está habitado por un rey, quien aparenta ostentar un gran poder pero que al mismo tiempo evidencia carecer de súbditos para ejercerlo. Le pide al Principito que se quede con él, pero el Principito decide continuar su viaje.


XI
El segundo planeta que visita el Principito estaba habitado por un vanidoso, cuyo único deseo es que lo aclamen y lo admiren. El Principito, antes de dejarlo, le pregunta para qué le sirve que lo admiren, sin obtener respuesta.




XII
El siguiente planeta visitado por el Principito estaba habitado por un bebedor, un ebrio que bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber, lo cual deja al Principito perplejo.





XIII
El Principito visita luego un planeta habitado por un hombre de negocios, quien trafica con las estrellas: las cuenta, las registra, en fin, las posee. El Principito le increpa que eso no es de ninguna utilidad para las estrellas, dejando al hombre de negocios desconcertado.








XIV
El siguiente planeta estaba habitado por un farolero y su farol, el cual encendía y apagaba velozmente, puesto que su planeta giraba con mucha rapidez. El Principito lo deja con cierto pesar, pues le simpatiza este hombre que cumple su deber sin cuestionarlo, y al mismo tiempo, lamenta perderse las sucesivas puestas de sol que se producían en aquel mundo.




XV
El sexto planeta estaba habitado por un geógrafo, rodeado de mapas y libros. Confunde al Principito con un explorador, y le pide noticias y detalles de su mundo. Al hablarle de la flor, el geógrafo le informa que las flores son efímeras, es decir, están destinadas a desaparecer, lo cual despierta remordimientos en el Principito, por haberla dejado sola.


XVI
El Principito llega por fin a la Tierra, planeta del cual se destacan su gran cantidad de habitantes y el actuar sincronizado de los faroleros de todo el mundo, ocupados en encender y apagar los faroles de todos los continentes.


XVII
Se hacen algunas precisiones sobre la cantidad de habitantes de la Tierra, que en realidad pueden caber todos en una isla. El Principito se pregunta por la gente, dado que ha caído en África, donde se encuentra con una serpiente que habla en enigmas, aclarándole al Principito que a pesar de su apariencia, es más poderosa que el dedo de un rey y que puede ayudarlo a volver a su planeta.


XVIII
El Principito encuentra una flor solitaria, a la que pregunta por los hombres. La flor, en toda su vida, no ha visto más que seis o siete, y considera que los hombres viven molestos por no tener raíces.




XIX
El Principito escala una gran montaña, y descubre el eco, que lo lleva a reflexionar acerca de la falta de originalidad de los hombres.


XX
El Principito llega al fin a un camino, junto a un jardín lleno de rosas. Descubre entonces que la flor que dejó en su planeta no era una flor única, sino una más de las tantas rosas que existen. Esto lo entristece mucho.





XXI
Al fin, conoce a un zorro, quien también está en búsqueda de un amigo, un ser al cual “domesticar”, es decir, alguien con quien formar un vínculo de amistad. Ambos llegan a ser amigos, y en este proceso, el Principito descubrirá lo que realmente hacía especial a su flor. El zorro y el Principito se separan, luego de que el zorro le revela su secreto: sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.



XXII
Siguiendo su camino, el Principito se encuentra con un guardavía, quien le explica su trabajo, consistente en agrupar pasajeros y embarcarlos en trenes. El guardavía ignora los motivos que llevan a la gente a movilizarse de un lugar a otro tan rápidamente.



XXIII
El Principito conoce a un comerciante, un vendedor de píldoras que evitan la sed. Esto proporciona tiempo extra que, desde el punto de vista del Principito, bien podría emplearse en dirigirse a una fuente para beber.

XXIV
El Aviador, quien no ha podido reparar su avión, dice al Principito que si no consiguen agua, morirán de sed. El Principito replica que es bueno haber tenido un amigo, aún si se va a morir. Ambos empiezan a buscar un pozo. El Principito se queda dormido pensando en su flor, mientras el Aviador decide llevarlo en sus brazos, hasta que logran encontrar un pozo.




XXV
El Principito y el Aviador satisfacen su sed, al tiempo que conversan sobre lo extraños que son los hombres. El Principito ríe al ver los dibujos que ha hecho el Aviador, y recuerda que está por cumplirse un año desde su llegada a la Tierra. El Aviador deja al Principito, pues debe reparar su avión.


XXVI
Al día siguiente, el Aviador regresa con el Principito, quien se encuentra muy triste debido al paso que va a dar. Le recuerda al Aviador que debe mirar las estrellas, por que el vivirá en una de ellas, con su flor. Le dice además que el podrá oír su risa en todas las estrellas. El Aviador deja al Principito en el suelo, para ser mordido por la serpiente y morir instantáneamente.


XXVII
Pasados los años, el Aviador descubre que el Principito ha olvidado un bozal dibujado para el cordero, de modo que es posible que en algún descuido, el cordero se pueda soltar y comerse la flor. El Aviador mantiene la esperanza de volver a ver al Principito, pidiendo al lector que le avise si alguna vez vuelve a la Tierra.






Personajes



El Aviador: Un adulto que no se encuentra cómodo con sus contemporáneos, y prefiere recorrer el mundo en su avión, alejándose así del contacto con las personas mayores.

El Principito: El único morador de un pequeño asteroide, cuyo más grande placer consiste en observar las puestas de sol, cuidar su árbol baobab y limpiar los cráteres de dos diminutos volcanes. Su rutinaria existencia se ve interrumpida con la llegada y florecimiento de la Flor, que llega a amarlo, pero a la que inicialmente no comprende.

La Flor: Una rosa de gran belleza y personalidad encantadora, aunque bastante orgullosa y algo egoísta, desea que el Principito se dedique solamente a ella.

El rey: Personaje deseoso de poder, no importa sobre qué o sobre quienes. Define su relación con las personas y con las cosas como relaciones de poder, en las cuales el permanece en la cúspide, aunque el único resultado visible es la total soledad.

El vanidoso: Personaje hambriento de reconocimiento y aclamaciones, aún cuando estas son vacías. No le importa si la admiración que le profesen los demás sea sincera o no, lo importante para él es oír los aplausos y las alabanzas, vengan de donde vengan. El único resultado es que, acabado el sonido del último aplauso, el vanidoso se queda solo y tan hambriento de admiración como al principio.

El bebedor: Este personaje bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber. Acaso simboliza al ser humano entregado al vicio, por haber renunciado a ser dueño de si mismo, acaso por temor.

El hombre de negocios: Personaje dedicado a realizar sumas, restas y cálculos sobre las estrellas, obteniendo así un beneficio económico, aunque descuidando su salud y su vida afectiva.

El farolero: Se dedica a encender las estrellas. Si bien cumple una función útil para los otros, sus actos carecen de reflexión, pues los ejecuta por el puro deber de cumplirlos. El solo cumple un deber, y aunque aparentemente es bueno o útil, sus actos carecen de trascendencia, incluso para él mismo.

El geógrafo: Un erudito que ha dedicado su existencia al conocimiento, sin importarle su aplicación práctica. Acaso representa al tecnólatra radical, aquel que ha endiosado a la ciencia y a la técnica, sin reflexionar que el conocimiento no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr otros objetivos verdaderamente humanos.

El zorro: Animal contradictorio, es un personaje tanto o más interesante que el Principito. Aparece como un ser despreocupado y acaso egoísta, pero consciente de su capacidad de amar. Al conocer al Principito, decide dejar su naturaleza primitiva o salvaje (y solitaria) para convertirse en un amigo del Principito; o por usar sus propios términos, se deja “domesticar”. Es autor de la memorable frase “Sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”.

La serpiente: El personaje más ambiguo de la historia. Es el único que puede hacer que el Principito vuelva a su mundo, pero a costa de un sacrificio terrible. Sus actos parecen estar más allá del bien y del mal, y se expresa de manera enigmática.

El guardavía: Personaje cuyo trabajo consiste en regular el transporte de pasajeros en los trenes.

El comerciante: Es un vendedor de píldoras para suprimir la sed, las que ofrece como algo útil, pues supuestamente ahorran el tiempo que se desperdicia en el acto de beber.

sábado, 30 de agosto de 2008

El autor

Antoine de Saint-Exupéry












Antoine Jean-Baptiste Marie Roger de Saint-Exupéry[1] (Lyon, 29 de junio de 1900 – Mar Mediterráneo, cerca de la costa de Marsella, 31 de julio de 1944) fue un escritor y aviador francés, autor de [[El principito]], nacido en una familia noble de Lyon.



Biografía

Antoine de Saint-Exupéry fue uno de los pioneros de los vuelos postales internacionales, un aviador en los días en que la aviación poseía pocos instrumentos y volar era una tarea extremadamente difícil y peligrosa. Más tarde protestó al ver el elitismo de los pilotos de aviones más modernos. Que fue de gran fomento y base para su riqueza literal.


Estudió en la Universidad de Friburgo. Comenzó trabajando en la sociedad Aéropostale de Pierre-Georges Latécoère, entre Toulouse, Francia, y Dakar, Senegal, mientras escribía su primer libro, L'Aviateur (El aviador).


En 1928 publicó Courrier-Sud (Correo del Sur) y voló la ruta que va de Casablanca a Dakar.
En 1931, Vol de Nuit (Vuelo nocturno), el cual recibió el Prix Femina, fue publicado. Continuó escribiendo y volando (en África y Sudamérica) hasta el comienzo de la guerra. Piloto de Latécoère, «La Línea», como la llamaban familiarmente, precursora de Air France, estuvo años bajo las órdenes de Didier Daurat, admirado jefe al cual le dedicó una de sus obras. Tierra de hombres, Piloto de guerra y Ciudadela fueron otras obras famosas suyas, y el hecho de que la última quedara inconclusa, no le resta valor como verdadera obra maestra.

Durante la Segunda Guerra Mundial escapó a la ciudad de Nueva York, pero volvería poco más tarde para volar junto a las fuerzas aliadas en un escuadrón instalado en el área del Mediterráneo. A la edad de 43 años se encontraba dispuesto a abandonar la aviación, pero su aeronave de reconocimiento, un Lockheed Lightning P-38 (conocido también como F-5), se estrelló en el Mar Mediterráneo en lo que fue su última misión.

En 1998, un brazalete de plata fue encontrado por un pescador al este de la isla de Riou, cerca del lugar de la desaparición en la costa de Marsella e identificado como perteneciente a Saint-Exupéry: estaba grabado con los nombres de su esposa y sus editores, Reynal & Hitchcock, y estaba enganchado a una pieza de tela de su traje de piloto.

En abril de 2004 el Departamento de Investigaciones Arqueológicas Submarinas francés confirmó que los restos del avión extraídos en octubre de 2003 de la zona donde se encontró el brazalete pertenecían al avión de Saint Exupéry. A esta conclusión se llegó después de comprobar que el número de matrícula de los restos corresponden con el del escritor según los archivos de la USAF.

Aunque no siempre autobiográfico, el trabajo de Saint-Exupéry fue inspirado en gran medida por su experiencia como piloto en sus vuelos postales. Un ejemplo es "Le Petit Prince" (El principito), su libro más famoso, un relato poético ilustrado en el cual él se imagina varado en medio del desierto, donde conoce al principito, un niño proveniente de un pequeño asteroide. De muchas formas, El principito es una historia filosófica, con énfasis en la crítica social y el mundo adulto.
A un asteroide (#2578) le fue otorgado el nombre de Saint-Exupéry en 1975 en honor a su reconocimiento mundial.

En 1931, Saint Exupéry se casó con Consuelo Suncin Sandoval de Gómez (fallecida en 1979), una escritora y artista salvadoreña enviudada dos veces, que fue modelo para la «rosa temperamental» en El principito.

Desaparición



El 31 de julio de 1944, durante una misión de reconocimiento destinada a preparar el desembarco en Provenza, en el sur de Francia, Saint-Exupéry a bordo del avión Lightning P38, había partido pocas horas antes de Borgo, en la isla de Córcega, cuando los radares dejaron de ver el avión que pilotaba y nunca más se supo de él, cubriendo para siempre al escritor y piloto de un halo de misterio y romanticismo.

Nunca se tuvo indicios del aviador ni de su nave hasta 1998, cuando un pescador encontró una pulsera a orillas del mar. La joya, que el agua había acercado a la costa de Marsella, tenía grabado el nombre del escritor, pero su autenticidad quedó en entredicho.

El descubrimiento de la joya ayudó a las autoridades francesas a iniciar una búsqueda en el sector. Cinco años después, casi al cumplirse el sexagésimo aniversario de su desaparición, fueron descubiertos en aguas de Marsella restos del avión, cerca del lugar donde años atrás había sido descubierta la pulsera. Las piezas recuperadas fueron decapadas, limpiadas.


Pese al hallazgo, las razones por las que el avión de Saint-Exupéry se estrelló eran un misterio (se habían barajado que lo hubiesen derribado, que hubiese perdido el control, un fallo mecánico, problemas de oxígeno o un ataque cardíaco) hasta marzo de 2008.

En 2008 un piloto alemán llamado Horst Rippert confesó al diario francés La Provence que fue quien derribó el avión en el que desapareció, en 1944, Saint-Exupéry. El militar de 88 años declaró: «Pueden dejar de buscar. Fui yo quien abatió a Saint-Exupéry» y agregó «Fue después cuando supe que se trataba del escritor. Yo esperaba que no fuera él, porque en nuestra juventud todos habíamos leído sus libros y los adorábamos»

El piloto alemán llevaba dos semanas de servicio en la costa sur de Francia cuando en la mañana del 31 de julio de 1944 identificó un «Lightning 38» y se dirigió hacia el aparato. Según el relato que ha hecho, Rippert siguió al avión francés y le alcanzó con varios impactos, tras lo cual vio que caía sobre las aguas, pero no se percató de qué había ocurrido con el piloto.

En el sexagésimo aniversario de la muerte de Saint-Exupéry, se realizaron dos ceremonias conmemorativas en Marsella y en el aeropuerto de Bastia en Córcega, cercano al lugar donde ocurrió la muerte y el último despegue del aviador respectivamente; se colocaron flores y se celebró una misa a la que asistió un familiar del aviador.

EN RESUMEN

Antoine de Saint-Exupéry
(1900 - 1944)



Antoine de Saint-Exupéry, el autor de EL PRINCIPITO, fue un aviador y literato francés que sólo vivió escasos 44 años. Nació en Lyon, en 1900 y falleció en 1944.

En realidad, nunca se supo que ocurrió con él. Saint-Exupéry desapareció para siempre en una misión de reconocimiento, cuando sobrevolaba la Francia ocupada por los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial. Saint-Exupéry comenzó escribiendo en prosa lírica vivencias de carácter novelesco y, posteriormente, continuó con diarios, informes y cartas.

Sus textos son consecuencia de reflexiones profundas de índole humanista y de crítica a la cultura. Entre sus novelas sobresalen VUELO NOCTURNO y EL CORREO DEL SUR. Como diario dio vida a PILOTO DE GUERRA.

Pero su obra más famosa y por la que ha trascendido es EL PRINCIPITO, un cuento largo que en formato de libro ha batido récords de venta en el mundo y en todos los idiomas desde 1943, año en que se publicó por primera vez en francés.

EL PRINCIPITO es su obra cúlmine. En sus páginas se evocan -de manera sencilla y clara- los valores más arraigados y esenciales del humanismo, donde quedan de manifiesto la solidaridad, bondad, entereza, tenacidad, compañerismo y entusiasmo por el conocimiento.

El libro es un símbolo de búsqueda permanente del hombre, de aquellos principios que enriquecen el espíritu y que traen paz infinita al alma.

lunes, 25 de agosto de 2008

El principito


La historia es narrada por el Aviador, un adulto a quien le es difícil entenderse con sus contemporáneos. En un vuelo solitario, su avión sufre un desperfecto y aterriza de emergencia en el desierto del Sahara. Ahí tiene lugar su encuentro con el Principito, un niño que viene de otro planeta, tan pequeño que sólo tiene tres volcanes, baobabs enanos y una flor. El Principito le pide al aviador que le dibuje un cordero para llevarlo a su mundo. Tras hacerse amigo del Aviador, le cuenta cómo era de solitaria y melancólica su vida hasta la llegada de la Flor, una flor muy hermosa que ama al Principito pero a quien le es difícil expresarse con sinceridad. Debido a sus dudas sobre el amor de la flor, el Principito abandona su asteroide y recorre diversos mundos, habitados por curiosos personajes como el rey, el vanidoso, el bebedor, el farolero y el geógrafo. Llega por fin a la Tierra, donde conoce a la serpiente y al zorro, con quien llega a establecer un vínculo muy especial y de quien aprende que “sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”. Al fin, el Principito regresa al desierto del Sahara, el lugar en el cual descendió a la Tierra, para hacerse amigo del Aviador y contarle sus peripecias. Cuando el Aviador logra reparar su avión, el Principito es mordido por la serpiente, pues ésta es la única manera que tiene de volver a su planeta, para cuidar a su flor. El Aviador descubre que si bien el Principito ha logrado llevarse consigo el dibujo del cordero, no se ha llevado un bozal para amarrarlo. De modo que se queda con la duda de si el cordero pueda o no comerse a la flor. Por último, invoca a quienes lean el libro a avisarle en caso de que el Principito vuelva a la Tierra.